domingo, junio 24, 2007

15 minutos de persecuciones y una maleta plateada

No quiero usar este blog como un diario, pero si eso me sirve como excusa para escribir algo, no tengo ningún problema. Así comienza la segunda entrada de este, mi blog.

Estuve viendo unas cuantas películas este domingo, cada cual más dispar que las anteriores. Una que me gustó mucho fue Ronin (1998), aunque no entendí nada. Las escenas de persecución estuvieron fenomenales, y la trama parece buena, pero al final mi hermano y yo terminamos rascándonos la cabeza como simios, dando mutuamente a conocer que ninguno de los dos supo entender de que trataba exactamente tal rollo. de todos modos siento que no perdí mi tiempo con el filme: DeNiro y Reno, así como el personaje de McElhone estuvieron muy bien, y las locaciones de la película me impresionaron por montones. Sólo nos quedó una pregunta: ¿Qué carajos había en la maleta que provocó muertos, daños por todas partes y que involucró a 3 países mientras pasaba de mano en mano? Parece que nunca lo sabremos. Tal vez, pienso yo, que es una de esas cosas de las que no importa ni conviene saber, y aunque al principio pensaremos por medio día en lo que pudo haber tenido la maleta (y que me recuerda mucho al maletín de Pulp Fiction, que aparte de reflejar una luz dorada en la cara de Travolta no deja saber nada más de su contenido), pronto daremos el tema por olvidado. Porque eso pasa con este tipo de películas: por muy buena que sea la trama, si pasa lo que en nuestra situación pasó, sencillamente dejaremos para nuestra memoria los 15 minutos -haciendo malas cuentas- en los que transcurrió esa maravillosa persecución por túneles, calles estrechas y autopistas de la segunda mitad, y ya. Supongo que eso tampoco importa, pues no podremos, en la mayoría de veces, esperar más de Hollywood. Esperaremos, como siempre, a que alguna joya aparezca, y la olvidaremos también.

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